Anais
RESUMO DE ARTIGO - XV ENCONTRO ABRALIC
VACÍO, MATERIA Y MEMORIA: FORMAS DE DAR SEPULTURA EN LA OBRA DE NUNO RAMOS
VICTORIA CÓCCARO
Un mes después de la “Masacre de Carandirú” Nuno Ramos monta por primera vez su obra .111 (1992) que da tratamiento a este suceso. Nos interesan interrogar los procedimientos estéticos, materiales y soportes que el artista elige para abordar el hecho en el horizonte amplio de su obra, la cual, tanto en su dimensión escrita como plástica, se acerca más a una presentación o inscripción de la tapicería de lo real que a su representación. .111 es una instalación en tres partes que se despliega sobre el piso (dimensiones y espacialidad que elige frecuentemente para sus montajes) y donde utiliza materiales que reaparecen en su obra (brea, goma, vaselina, vidrio, papel). A diferencia de otras obras que abordan la masacre como la de Rosangela Renno que trabaja con el archivo de fotografías, o la película dirigida por Héctor Babenco que mezcla el testimonio, el documento y la ficción para apelar a lo emocional, Ramos no trabaja con imágenes de los presos ni de la cárcel, salvo dos tomas satelitales. En líneas generales arriesgamos que su aproximación no es por la vía de la representación ni victimización de los muertos, más bien, a la inversa de la propuesta de Renno, en su obra hay nombres pero no hay -imágenes de los- cuerpos. En .111 Ramos trabaja, indaga y tensiona los modos en que puede darse sepultura a un cuerpo, a una vida: ¿cómo nos relacionamos con los muertos? Abordamos .111 como un espacio de conflicto que tensiona, genera incomodidad, porque no pareciera presentar una solución o un ritual suturador del suceso para dejarlo atrás, si no más bien exhibir la falla de los diversos discursos que pudieron referir en ese mes al crimen -brutal violación de derechos humanos-: de la religión (en las hojas quemadas de la Biblia y la gran cruz imperfecta), de los medios (en los recortes de noticias de los diarios) y hasta podríamos decir de la ciencia (en las fotos satelitales y la máquina de humo conectada a cápsulas de vidrio que recuerdan un laboratorio). ¿Qué queda, entonces, de los muertos?: ¿un tul con nombres transparentes, nombres sin hombres?, ¿111 piedras, tres momias, una cruz? ¿Qué hacer con los restos? .111 expone, a la vez que un documento vacío, a la materia como documento opaco y contundente, en la cual Ramos reinscribe Carandirú como un real que insiste e insistirá en la cultura, de allí el modo en que “mineraliza” los cuerpos en bloques de materia y alquitrán (¿así “eternos”, o indestructibles, a contrapelo de a su ‘precaridad’?). Una evidencia de la falta de cierre, restos que son un resto que descompleta lo social, coherente con la instalación sonora 24 horas .111 realizada en 2012, cuando se cumplen 20 años de la masacre.
Palavras-chave: DUELO/DAR SEPULTURA, VIDAS/CUERPOS, VACÍO, REAL
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